EL CAMBIO DE MI VIDA

El cambio llegó cuando un día decidí que ya no podía seguir subiendo de peso y que ya era hora de hacer algo al respecto. Como yo, habrá muchas personas a las que hacer dieta les supondrá un esfuerzo enorme, por eso tuve que educar mi mente y aprender a diferenciar lo que era hambre (necesidad que nos induce a ingerir alimentos) de lo que era el apetito (deseo de comer por placer), a poder decir "basta" durante la comida cuando sentía que ya estaba llena (y no seguir comiendo por pena), saber decir NO a esos alimentos que no me hacían bien y lo peor de todo, saber elegir en las comidas fuera de casa lo que más me convenía.
También existen preguntas que nos ayudarán mentalmente cuando estamos frente a situaciones desesperadas:
-¿ Estoy segura de que realmente quiero comer eso?, porque sé que solo es un capricho y como dice el refrán "Un minuto en el paladar y toda una vida en las caderas"
-¿Realmente quiero comprar una talla de ropa más?
-¿Voy a dejar que la comida domine mi vida?
Existen personas que no son capaces de tomar un trozo de chocolate, o un trozo de pastel y para esto es mejor ni siquiera probarlo ya que sabes que la situación te puede dominar. Otro método muy efectivo es no comprar ese tipo de alimentos y tenerlos en casa, porque sino lo tienes, no lo comes o auto-convencerte de que ese tipo de alimento no te gusta. Y como último consejo nunca te recompenses con la comida sino haciendo algo que te gusta, comprándote alguna prenda de ropa o algo que te haga ilusión.

En Estados Unidos el psicólogo Stephen Gullo ha desarrollado un sistema para incrementar el poder de autocontrol de las personas que buscan bajar de peso. El método, llamado por él mismo Sistema de Entrenamiento de Control de Comida, enseña a las personas a decir "no" y a vivir felices comiendo poco.

Me gustaría añadir que nada de esto es fácil ni mucho menos y que si yo he podido cambiar mi obsesión con la comida estoy convencida de que cualquiera puede.